A todos o a casi todos nos las han puesto pero ya no nos acordamos.
Son unas sustancias que se inyectan en el organismo durante periodos clave del desarrollo del niño, y que provocan que nuestro cuerpo genere anticuerpos o defensas que evitan ciertas enfermedades. En general, cada vacuna necesita varias dosis para llegar a la cantidad necesaria de defensas a las que aspiramos.
Difteria, tétanos y tos ferina. Estas enfermedades se producen por bacterias, contagiadas mediante la respiración (difteria y tos ferina) o por heridas que se infectan (tétanos). La vacuna DTPa es la que tiene más eficacia para estas enfermedades. Se pone a los 2, 4 y 6 meses y más adelante la segunda entrega a los 18 meses, 5 y 6 años. A los 14 años se pone otra y a partir de ahí repetiremos el proceso cada 10 años.
Polio. Este virus puede causar parálisis o la muerte. Pondremos 5 dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses, y más adelante a los 4-6 años.
Hepatitis B. Es causada por un virus que infecta e inflama el hígado, pudiendo llegar a la muerte. Vacunaremos a los 2, 4 y 6 meses.
Haemophilus influenzae (Hib). Bacteria que produce infecciones como otitis o meningitis a los niños menores de 5 años. La vacuna se pondrá en cuatro dosis, a los 2, 4 y 6 meses, y una última a los 18 meses.
Meningococo Grupo C. Bacteria causante de infecciones a niños y a adultos, meningitis y sepsis. Se vacunará a los 2, 4 y 6 meses.
Vacuna Triple Vírica: Sarampión, Rubeola y Parotiditis. Virus que afectan sobre todo a los niños, transmitiéndose por el aire. Las dosis son entre los 12 y 15 meses la primera y entre los 3 y 6 años la segunda.
Varicela. Se produce por un virus y el 90% de los niños la pasan antes de los 15 años. Administramos la vacuna entre los 12 y 15 meses.