Que la madre consuma en determinados momentos del embarazo ácido fólico es muy importante. Se ha visto que hasta en el 70% de los casos de defecto en la formación del tubo neural de los bebés, podía haberse evitado si llegamos a tener unos niveles ideales de folato.
Que el tubo neural en pleno desarrollo embrionario no llegue a cerrarse bien (se denomina defecto del tubo neural o DCTN) puede causar graves malformaciones en el cerebro, cráneo y la columna.
Ejemplos de DCTN son la espina bífida y la anencefalia. La primera es muy grave, sin cura y puede provocar paraplejia y fallos en control intestinal y de vejiga. La segunda es aún peor, ya que el niño nace muerto o fallece al poco tiempo después.
La epidemiología no es clara del todo. Puede ser una interacción entre factores ambientales y genéticos, como sugieren las modernas teorías de las patologías. Incluso pueden influir características demográficas como el estatus socioeconómico o factores ambientales. También pueden ser causa ciertos estados de la madre de antes del embarazo, como pueden ser el tabaquismo o la obesidad materna.
En el mercado disponemos de tabletas de 400 microgramos de ácido fólico.