Cuando nos enteramos de que estamos embarazadas la primera sensación (si ha sido buscado, claro) es un estado de alegría y emoción que raras veces se sienten en la vida. Pero pasado ese primer momento ya empiezan las dudas, ¿y ahora qué? lo mejor es que llames cuanto antes a un ginecólogo y solicites cita para una primera ecografía de control. Este paso es muy importante y de hecho se recomienda que hasta que no tenga lugar esta consulta el anuncio de embarazo no sea oficial, por si las moscas. El ginecólogo verá si tu bebé a «anidado» bien y si todo está correcto. Depende de las semanas que tenga el feto igual incluso podáis escucharle el corazón, es un momento mágico.
A partir de aquí te esperan (casi) nueve meses de citas, ecografías, análisis y pruebas varias…todos los meses te harán un control y en principio hasta 4 semanas antes de dar a luz esta será tu rutina de embarazo. Si te encuentras bien y todo está perfecto, haz vida normal si no, el tiempo se pasa muyyyyy lento.
Legado el último mes, las revisiones se convierten en semanales, cada semana te realizarán un test basal para confirmar el ritmo de tus contracciones (si las hubiera) y la situación cardíaca del bebé.
Ya sólo falta que llegue el día, no te pongas nerviosa (es muy fácil decirlo, lo sé) disfruta del momento y recuerda que la recompensa final es mucho más grande que cualquier sufrimiento anterior.
¡¡Ánimo y enhorabuena!!