Abandonar el uso de pañales es un hito en el desarrollo de la autonomía de tu bebé. El momento de hacerlo dependerá del nivel madurativo del niño, tanto psicológico como fisiológico. Hay algunos que antes de los 18 meses ya van al baño solos y otros, con tres años aún no los han dejado.
No te preocupes si tu hijo es de los que retrasan la ocasión. El día llegará tarde o temprano, y es que ante todo no debemos olvidar que quien tiene que dejar los pañales es el niño y no el adulto. Por lo tanto, el que debe estar preparado es él. Para saberlo, estate alerta a las siguientes señales; te indicarán que tu hijo está listo para intentar dejar los pañales.
– Puede caminar solo.
– Su pañal está seco por lo menos durante 2 horas.
– Te avisa de que tiene el pañal mojado.
– Muestra interés por las prácticas higiénicas de los adultos. Te acompaña al baño y quiere saber cómo se orina.
– Puedes predecir cuándo quiere ir al baño, porque ya lo hace con mayor regularidad.
– Tiene capacidad de jugar solo durante al menos 5 minutos.
– Puede subirse y bajarse los pantalones fácilmente. Si necesita ayuda para bajarse los pantalones es que aún no está preparado. Pónselo fácil con prendas que no requieran mucha destreza a la hora de desabrocharse, como cinturillas elásticas, libres de cremalleras y botones.
– Tiene la capacidad de esperar su turno y es tolerante.
– Manifiesta sus ganas de hacer pis, cruzando las piernas, tocándose, agarrándose el pañal, dando saltitos, escondiéndose, agachándose, etc.
– Avisa cuando ya se lo hizo.
Cuando el niño esté preparado para dejar los pañales, es aconsejable no volver atrás. La decisión debe ser definitiva. Si crees que ya está listo entonces es el momento de comenzar con el “entrenamiento”.