La nutrición es muy importante para las madres. Al principio, cuando los bebés son tan pequeñines, durante los primeros meses de vida, el período de lactancia, toda madre quiere que se alimente bien para que crezca sano.
En bebesblog os damos algunos consejos básicos sobre como escoger la postura más adecuada para dar el pecho y que tanto él como tú podáis estar cómodos y hacer de este momento algo bonito, especila, íntimo y personal entre madre e hijo.
Lo primero, y más importante, es que encuentres un lugar cómodo donde dar el pecho: puede ser una silla, un sillón, o en la cama, asegurándote siempre de que la espalda esté bien apoyada. Si el parto ha sido por cesárea, quizás la matrona deba aconsejarte algunas posturas y tú probar hasta encontrar la idónea.
Es importante que tengas a mano algo para comer y beber. Muchas mujeres sienten mucha sed durante la lactancia así como un apetito intenso por tomar algo nutritivo.
El peso del bebé debe descansar siempre sobre una almohada. Él está cómodo y tú no tienes que soportar todo su peso. En este punto, las almohadas de lactancia son muy importantes.
El bebé tiene que estar con su tripita pegada a la tuya y debe estar colocado de cara a tí, con la cabeza, el cuello y la espalda en línea recta, para que no tenga que girarse para llegar al pezón. La cabeza debe estar en una postura en que la nariz quede frente al pezón y su cuerpo pegado al tuyo.
Sostén tu pecho con el pulgar arriba y los dedos por abajo, muy por detrás de la areola.
Cuando el bebé abra bien la boca, acércalo al pecho. Asegúrate de que toma el pezón y gran parte de la areola, y de que la lengua queda abajo, para que pueda extraer bien la leche.
Y como último punto a tener en cuenta debes dejar que el bebé mame del primer pecho todo lo que quiera, hasta que lo suelte. Después ofrécele el otro. Unas veces lo querrá, otras no. Así el bebé tomará la leche que se produce al final de la toma, rica en grasa y calorías y se sentirá satisfecho.