Muchas veces hemos oído hablar de la depresión postparto y es que los días posteriores al parto no son fáciles para la madre, sobre todo cuando vuelve a casa y se enfrenta otra vez a la vida real.
Por eso, es bueno que la mami se organice antes del parto para evitar estrés y nervios a la vuelta. Lo primero que debe tener en cuenta la madre es que es probable que vuelva a casa cansada, dolorida y no tenga ganas de cocinar. Debe preparar todas las comidas que pueda antes del momento del parto, congelarlas y así a la vuelta poder tirar de ellas.
Debe tener también en cuenta que la vuelta a casa de la clínica no es momento para ir de compras ni hacer recados de última hora. Por eso, antes de ir al hospital es bueno que la cuna ya esté montada, haya recogido el cochecito de la tienda, esté preparado el moisés o la cunita, la bañerita y los artículos de higiene par asear al bebé o bebés así como la ropita del primer mes.
¡Todos querrán conocer al pequeño o pequeños! y las visitas serán constantes. Aunque estas tengan toda su buena intención si es cierto que roban a la madre y al bebé un tiempo precioso que no tienen y sin querer, entorpecen la lactancia. Con un poco de mano izquierda, el papi puede pedir a familiares y amigos que esperen a que la criatura tenga un mes y las tomas estén más asentadas.
Es importante que la madre se encuentre todo lo tranquila y relajada posible para evitar, de este modo, nerviosismo que pueda transmitir, de manera indirecta, al pequeñín o pequeñines.