Después del parto, nuestro bebé o bebés ¡ya están en casa! y estamos muy contentos pero a la vez tenemos miedo de hacerles daño y muchas dudas sobre como cuidarlos. En el post de hoy os damos unos consejos relacionados con el sueño del recién nacido.
Ningún bebé duerme igual que otro. Compararlo con el hijo de unos amigos o nuestro sobrino no nos servirá de nada. Lo importante es saber que el sueño de los recién nacidos sigue un patrón muy irregular, es habitual que se despierten cada pocas horas, pero no siempre las mismas, hasta que pasen unas semanas. Lo normal es que duerman mucho, hasta 17 horas recpartidas a lo largo de todo un día.
Paciencia, poco a poco el bebé o bebés irán regulando sus horarios, que casi siempre estarán relacionados con sus tomas. Por regla general, dormirá después de ellas y se despertará cuando le toque la siguiente. Sin horarios determinados, ya él aprenderá a dormir.
Es aconsejable que durante los primeros días de vida vaya estableciendo un patrón de sueño, procurando que sean siempre más o menos a la misma hora, por ejemplo, a la hora del baño, su paseo, su nana antes del sueño de la noche, etc.
Si recibimos visitas de familiares y amigos para conocer al pequeño y este está durmiendo, es aconsejable que no lo desperteis. Aunque a los papis nos gusta que lo conozcan con los ojos abiertos, es bueno respetar su descanso.
La postura más adecuada, según pediatras, es boca arriba o de lado. Es una de las precauciones que debemos tomar para evitar la muerte súbita. Es también conveniente que duerma en un colchón firme y sin almohada, para no forzar la postura natural de su cuello y de su espalda.
Por supuesto, nada de objetos conmo juguetes, peluches o cojines en la cuna, ya que el bebé podría despertarse y si se le acercasen a la cara podría tener problemas para respirar.
Seguro que siguiento estos consejos y cuidados del bebé conseguiréis que vuestro pequeño consiga comenzar a educar su sueño y, de manera indirecta, también el vuestro.