Cuando llegamos a casa con nuestro bebé son tantos los cuidados que queremos dedicar a ellos que nos cuestionamos todas y cada una de las acciones que hacemos con ellos. Aunque no lo parezca, el hecho de que le escojamos la ropita adecuada, es algo muy imporante para ellos.
Papis, debéis tener en cuenta que la ropita del bebé no sólo debe ser bonita y estar a la última moda, sino también debe ser cómoda y práctica; que permita al bebé moverse libremente y que sea también fácil de abrochar. Mejor si no tienen costuras ni etiquetas que rocen su sensible piel, cremalleras que puedan pellizcarle, bordados que raspen por la cara interna o calcetines que aprieten demasiado.
Los tejidos, tanto de su ropa como para la de la cama, cuanto más anturales sean mejor, el hilo o algodón transpiran mejor que las fibras sintéticas y absorben más la humedad. Hay que huir de la ropa de cama que se vende como ignífuga o de planchado fácil, pues lleva componentes químicos que pueden resultar perjudiciales.
Es también bueno que sea ropita fácil de poner ya que a los bebés no les gusta nada que les tapemos la cara al vestirlos. Si usamos camisitas que se abrochen por delante, nunca nos perderá de vista.
Además, debe ser fácil de lavar y que puedan meterse a la lavadora. No hace falta utilizar detergentes especiales, pero sí es recomendable al principio prescindir del suavizante y aclarar muy bien. RECORDAD: que hay que lavar su ropita y la de su cuna antes de usarla por primera vez.
Seguro que si seguís estos consejos vuestro bebé os lo agradecerá.