Nuestros bebés crecen myy deprisa y en poco tiempo son muchos los cambios que experimentan y nosotros con ellos.
Uno de estos pasos es el de quitar el pañal. Es un paso muy importante, sobre todo para ellos, porque les comienza a dar una sensación de libertad y autonomía y al mismo tiempo de crecimiento.
A partir de los dos años, podemos comenzar a animarles a que pidan pis o caca, un proceso paulatino que termina alrededor de los cuatro o cinco años, por lo que hay que ser pacientes y entender que, inevitablemente, habrá avances, retrocesos y algunos accidentes.
Una vez que veemos que el pequeño está preparado, fijándonos en pistas como que se levanta de la siesta sin mojarse el pañal o que nos pide que lo cambiemos cuando está sucio o que realiza sus deposiciones con cierta regularidad, podemos empezar a quitarle el pañal unas horas al día, por ejemplo, dos o tres horas por la mañana y dos o tres horas por la tarde. Como recomendación apuntar que en la siesta y por las noches, es mejor que lleve puesto el pañal.
En esos ratos sin pañal, le preguntaremos cada media hora, aproxiamdamente, si quiere hacer pis y le sentaremos en su orinal o en el váter con un adaptador unos minutos, animándole a que apriete y felicitándole, tanto si sale el pis como si no. Después, podemos darle papel para que se seque el pis el solito, pero sin son «aguas mayores», nos encargaremos nosotros.
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