El paso de la guardería a la Escuela de Primaria es un paso muy importante para nuestros hijos, dejan de ser bebés para pasar a convertirse en pequeños. Es más, es un momento en el que no les debemos cargar con demasiadas responsabilidades ya que en este momento debe resolver muchas situaciones nuevas.
Entre las situaciones nuevas a las que nos hemos referido anteriormente encontramos:
1. nuevas normas: sobre todo de comportamiento. Normas mucho más estrictas y rígidas. La guardería se caracterizaba por la flexibilidad. En la Escuela de Primaria sólo será un bonito recuerdo del pasado.
2. mayor atención y concentración: para aprender los nuevos conocimientos y lecciones, en numerosas ocasiones, complejas para ellos.
3. nuevos profesores: a los que adaptarse con modalidades totalmente diferentes a las que estaban acostumbrados en la guardería.
4. capacidad para reelaborar lo que se ha aprendido, demostrando haberlo comprendido.
5. nuevo grupo: con un alto número de amigos y compañeros de estudios y juegos nuevos; cada uno de ellos con una personalidad ya definida y con los problemas de adaptación que puedan surgir.
6. buen rendimiento: necesidad de demostralo además de un buen nivel de aprendizaje y en línea con el de los nuevos compañeros.
No es tampoco bueno estar todo el verano hablando de lo nuevo que vivirán en la Escuela de Primaria. Podría alertarlos e incluso asustarlos e ir con una actitud nada beneficiosa para ellos de cara al comienzo de su educación primaria. Sin embargo, debes mostrárselo como algo positivo por los materiales escolares que se compran y decirles que ya son cosas de mayores.
No olvidéis que también es bueno que vosotros, los padres, vayáis al ritmo de los conocimientos que el pequeño va adquiriendo a lo largo del curso. Vosotros tenéis que ayudarles a reforzar lo aprendido.