El embarazo es una etapa muy bonita para toda mujer que se precie. Pero también es cierto que es un período de muchos cambios tanto hormonales como físicos como mentales. Incluso el sueño se resiente. Por todo esto es fundamental descansar y reposar para poder hacer frente a estos cambios sin que nuestro cuerpo lo pague demasiado.
El trabajo y la actividad durante este período es muy importante pero el resposo debemos ponerlo al mismo nivel de importancia en nuestra vida diaria. El reposo es fundamental para afrontar las jornadas diarias; además, el reposo ayuda a mantener un correcto equilibrio psicofísico.
Lo más notable en cuanto a sueño y cansancio durante el embarazo hace su aparición durante los tres primeros meses. En este tiempo, y como consecuencia de los cambios hormonales que nuestro cuerpo experimenta, es normal que la futura madre experimente una excesiva somnolencia que, sin lugar a dudas, debe escuchar y atender.
Es necesario que la futura madre duerma una media de 8 horas por la noche y sumar, si es necesario, una siesta de una hora a mitad de día. Si la madre se siente cansada debe escuchar a su cuerpo y descansar, ¡nadie es una super mujer!. Los excesos, y más en este período delicado, no son buenos aliados.
También puedes experimentar la sensación de que por la noche tengas mucho sueño y te adormezcas. Y, por el contrario, que te despiertes antes de hora durante la noche o incluso muy de madrugada. Todo esto es provocado por la alteración del ritmo del sueño y la vigilia.
Si no consigues conciliar el sueño por la noche y a la mañana siguiente tienes que madrugar te recomendamos un baño muy caliente y un vasito de leche también caliente. Relajarás cuerpo y mente y te será mucho más fácil conciliar el sueño.