La nutrición durante el período de lactancia es muy importante.Se trata de un período en el que la madre no puede bajar la guardia y tiene que seguir controlando y vigilando lo que toma, porque, aunque el bebé ya no está en su vientre sí puede transmitirle ciertas proteínas y vitaminas y efectos de lo que tome a través de la leche materna.
Por eso os damos unos consejos a tener en cuenta:
Los niveles de proteínas, grasas e hidratos de carbono de la leche materna no están afectados por los niveles de los mismos en la dieta materna. La calidad de la leche tampoco está relacionada con la calidad de la alimentación de la madre, pero si lo está la cantidad de la misma con la de la producción láctea. Por esta razón se recomienda que continúes con la dieta sana y variada del embarazo. La misma debe contener grandes cantidades de proteínas, calcio y hierro y de alimentos como cereales, frutas y vegetales.
Nunca debe faltar un suplemento vitamínico rico en calcio en caso de que después del embarazo hayas quedado por debajo del peso adecuado. Si no eres partidaria de consumir vitaminas, debes aumentar su consumo de lácteos a una media de 5 al día.
Es muy impotante la ingesta de líquidos, ya que proporcionan la hidratación necesaria para la formación de la leche. Lo adecuado es tomar alrededor de 8 vasos diarios de líquidos, entre ellos, lácteos, caldos, agua, zumos naturales. Nunca café o té.
En cuanto al alcoho ni que decir tiene que no se debe tomar y de hacerlo en cantidades muy muy muy pequeñas, ya que la madre no debe olvidar que el acohol para directamente a la leche materna y eso puede afectar al bebé.