Hay varias técnicas para poder detectar el periodo de ovulación de las mujeres. Una de ellas se hace a través de la medición de la temperatura basal. La diferencia de temperatura entre las dos fases del ciclo es lo que permite calcular el período fértil, que coincide con el día de la ovulación e incluye los dos o tres días anteriores, puesto que el espermatozoide vive una media de 72 horas dentro del útero.
El método es sencillo pero requiere constancia: es necesario tomarse la temperatura (vía rectal) cada mañana antes de levantarse, a la misma hora, y anotarla en un gráfico (que encontrarás en las farmacias). Al final del ciclo se obtiene una curva que, salvo excepciones, y a pesar de las ligeras variaciones que pueda haber entre un día y otro,
mostrará un período de temperaturas bajas antes de la ovulación (entorno a los 36,7 ºC, por ejemplo), seguido de una fase de temperaturas altas(superiores a los37 ºC).
Para que el método sea eficaz, debe repetirse a lo largo de varios ciclos. De este modo, se comprueba que la ovulación se produce el último día antes del aumento de la temperatura y, por lo tanto, aparece posteriormente.
Cuando los ciclos son regulares, al cabo de unos meses es posible saber el día exacto de la ovulación; de lo contrario, el método no será de gran utilidad.