Esta es la elección que nos trae de cabeza a todas las que nos disponemos a bautizar a nuestro bebé.
La elección de los padrinos es algo que se debe elegir con calma y sin prisas. Se elige madrina y padrino, y aunque antiguamente las obligaciones de los padrinos eran más amplias, (eran ellos los responsables de encargarse del niño en caso de que los padres faltasen), hoy en día la única responsabilidad de los padrinos es procurar al niño/a una educación cristiana.
Que sean miembros de la familia o no, depende de la decisión de los padres. En caso de no ser familiares, deberían ser, serían amigos íntimos de la familia, ya que es importante que el padrino/madrina mantenga una estrecha relación con su ahijado/a.
Un requisito obligatorio será que ambos estén bautizados y confirmados.
Si a uno le eligen padrino o madrina deberá mantener una muy buena relación con su ahijado.
Los padres no deberían sentirse ofendidos si se rechaza la invitación de ser padrino, puesto que ser padrino deberá siempre ser algo gratificante y nunca una carga. Sea por los motivos que sea, por compromiso no se debería aceptar nunca ser padrino.
Durante la ceremonia, la madrina sujetará al niño en sus brazos y el padrino aguantará la vela bautismal.