¿Cómo y cuándo hay que limpiarle los mocos a los bebés?

Los bebés y niños pequeños son propensos a los resfriados y se les tapona la nariz con mucha frecuencia. El exceso de mucosidad entorpece su respiración y les molesta al comer y dormir.

Un ambiente algo húmedo les ayuda a descongestionarse. Los humidificadores son útiles, ya que las calefacciones secan mucho el ambiente.

Aunque el bebé pase un mal rato cuando le quitamos los mocos, es imprescindible hacerlo. Si los mocos se infectan, pueden producirles sinusitis, otitis, faringitis…

¿Cómo le quito los mocos al bebé?

Primero hay que acostar al niño boca arriba, girarle la cabeza hacia un lado y aplicarle suero fisiológico para humedecer las fosas nasales.

Después, utiliza un aspirador nasal de cánula para aspirar las secreciones.

Es lo que mejor funciona en los bebés pequeñitos. Su utilización es muy sencilla: Primero echa unas gotas de suero fisiológico en las fosas nasales. Después coloca un extremo de la cánula en la fosa nasal y el otro en tu boca. Acto seguido aspira. Las secreciones se quedarán retenidas en un recipiente en medio del tubo.

¿Cuándo hay que quitar los mocos al niño?

Tres o cuatro veces al día suelen ser suficiente pero depende de el tipo de mocos del niño. No hay que obsesionarse ni estar continuamente quitándoles los mocos, porque podríamos producirles alguna herida en la nariz o una pequeña hemorragia.
Si simplemente notamos una especie de ronquido provocado por unos pocos mocos pero el niño está alegre, come bien y duerme bien, entonces hay que dejarlo como está. Significa que los mocos no le molestan.
– Cuando sintamos al bebé incómodo. Los bebés tienden a vomitar más fácilmente que los adultos y, muchas veces, los mocos les provocan náuseas.
– Antes de dormir. Los bebés respiran el 90% del tiempo por la nariz, aún no tienen demasiado pronunciado el reflejo de respirar por la boca. Por eso, cuando están dormidos y los mocos les provocan una sensación de ahogo (les llega menos oxígeno al cerebro) se despiertan llorando.
– Antes de comer. Al tener la boca tapada por el pecho o por el biberón, no podrán respirar con total normalidad. Por eso, cuando tienen muchos moquitos y les molestan, suelen comer menos.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *