Ésta es una de las malas costumbres que los niños adquieren en los primeros años de su vida. Son tan pequeños e inocentes que desconocen que meterse los dedos en la nariz está mal y por eso no tienen ningún problema en hurgarse la nariz en cualquier momento , sin importarles dónde estén ni delante de quién.
Es muy avergonzante estar con una visita o en una reunión mientras tu hijo se hurga los dedos en la nariz como si la vida le fuese en ello, o ver como se saca un «berberecho» alucinante mientras te lo enseña como si fuese un gran logro… Lo más avergonzante, es que esta costumbre de los niños muchas veces (no siempre) aparece de la imitación a una persona mayor por lo que puede que nosotros mismos seamos los culpables de este mal hábito.
Los padres debemos ser los responsables de enseñarle a nuestro hijo que hurgarse la nariz no está bien y debemos enseñárselo cariñosamente aunque lo haga en repetidas ocasiones.
Por lo general, los niños se meten los dedos en la nariz por necesidad, pues intentan quitarse mocos secos que les molestan o quieren aliviarse un picor causado por una alergia. Lo más importante en estos casos es enseñarle a no hacerse daño, porque de tanto hurgarse puede y provocarse sangrado nasal.
Cuando el niño se mete los dedos en la nariz para comerse los mocos, es importante enseñarle a limpiarse la nariz con un pañuelo o a que avise cuando tenga la necesidad de sonarse. Cada vez que te avise para que le suenes o veas que utiliza un pañuelo para limpiarse los mocos el solito, es importante que le recompenses para que se de cuenta de que ese el modo correcto de limpiarse la nariz.
Por ningún motivo hay que castigar al niño por este motivo, porque puedes crear el efecto contrario además de que así no le estás enseñando la manera de hacerlo bien. Lo correcto es explicarle como tiene que hacer las cosas, él seguramente te entenderá.