El sacramento del bautismo católico tiene como objetivo liberar a los bebés del pecado original que llevan como legado de Adán y Eva. Este sacramento se suele realizar durante los primeros meses de vida del pequeño y es tan importante como la fecha de nacimiento.
La ceremonia es realizada por un sacerdote pudiendo ser exclusiva para nuestro hijo o se puede realizar en una ceremonia compartida con otras familias.
Lo indispensable para la realización del bautismo católico es:
- Los padrinos presentan al niño ante la iglesia y responden en su nombre, asimismo asumen la responsabilidad de la formación cristiana del niño en caso que falten sus padres, mas no implica una obligación material.
- Es costumbre vestir al niño de blanco y colocarle una medalla de la Virgen del Carmen al cuello como símbolo de consagrarlo a la Virgen. Los padrinos sostendrán una vela blanca que será encendida durante la ceremonia (la vela puede ser decorada y hasta grabada con el nombre del niño).
- Durante la ceremonia del bautismo, en el momento en que el sacerdote derrama el agua bendita sobre la cabeza del niño, se le cubre con un pañuelo blanco, símbolo de la pureza que adquiere mediante el sacramento.
- Después de la ceremonia del bautismo, familiares y amigos se reúnen en una celebración.
- Es tradición repartir a los asistentes recuerdos del bautismo. Puede ser una estampa alusiva al evento en la cual se consigna la fecha, lugar, parroquia donde fue bautizado el pequeño, así como su nombre, el de sus padres y padrinos. También se tiene por costumbre entregar un pequeño obsequio como recordatorio de la fecha.