No te creas que todas las contracciones son iguales, es importante que sepas distinguirlas para poder interpretar el lenguaje de tu cuerpo. Ellas te avisarán cuando llegue el momento de dar aluz. En principio se llama contracción al endurecimiento del abdomen como consecuencia de la actividad del músculo uterino. A continuación explicamos cada una de ellas.
- Contracciones focales
Estas se deben al estímulo de sólo un sector del útero, generalmente provocadas por el movimiento del bebé. - Contracciones generalizadas
Comienzan en un sector cualquiera del útero y se transmiten a todo el mismo. Pueden deberse a movimientos del bebé, cambios de posición (de acostada a sentada), irritación uterina por tener la vejiga llena o por congestión intestinal. - Contracciones de Braxton Hicks
Estas son las comúnmente conocidas como contracciones de parto falso. Comienzan a partir del quinto o sexto mes del embarazo o incluso antes, y se caracterizan porque abarcan todo el útero, yendo desde el fondo del útero hacia la vagina. No son dolorosas, sentirás que el abdomen se endurece y tendrás sensación de tensión abdominal. Duran aproximadamente entre 30 y 60 segundos.Corresponden a un ejercicio del músculo uterino para prepararse para el día del parto. El útero, como todo músculo, debe tener un cierto entrenamiento para soportar el trabajo que significa el parto. Ese día deberá contraerse por un período de aproximadamente 9 horas y si no tuviese un entrenamiento adecuado se agotaría. - Contracciones de parto
Las contracciones del parto son diferentes. Son muy regulares, cada dos o tres minutos y llegan a tener una duración de aproximadamente 90 a 120 segundos cada una. No pasan desapercibidas porque la mayoría de las veces son dolorosas. Por lo general también van asociadas a la expulsión del tapón mucoso, que es un flujo gelatinoso, muchas veces manchado con sangre, y una nueva sensación de presión en la vagina, provocada por la cabecita del bebé que presiona el periné y el recto, dando sensaciones similares a las de querer evacuar los intestinos. Una característica típica del trabajo de parto es que entre contracción y contracción los dolores cesan, permitiéndote en esos momentos realizar ejercicios respiratorios profundos y relajar tus músculos para poder sobrellevar mejor la próxima contracción.