La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que los bebés se alimenten exclusivamente de leche materna durante los primeros 6 meses de su vida y que los nuevos alimentos se introduzcan poco a poco a partir de esa edad, sin necesidad de suprimir el pecho. A los seis meses es momento de complementar su alimentación que hasta ahora ha sido a base de lactancia materna, con otros alimentos.
Las razones para ello son que la leche materna ya no le aporta todos los nutrientes que el bebé necesita para seguir creciendo y desarrollarse como es debido. Al principio, el bebé solo puede alimentarse con leche. Otros alimentos pueden perjudicarle produciéndole, por ejemplo, alergias, intolerancias, diarreas… pero con 5 o 6 meses el aparato digestivo del bebé ya ha madurado. A partir de esta edad, el bebé digiere mejor, sus glándulas digestivas funcionan mejor, el intestino es capaz de impedir que pasen sustancias irritantes…
Otros órganos, como el hígado y el riñón, funcionan también mejor.
El bebé de 6 meses ha desarrollado otras capacidades tales como:
- Aprender a abrir la boca y dejar entrar a la cuchara (el bebé más pequeño tiene un reflejo llamado de «protusión de la lengua», o sea, que tiene una marcada tendencia a sacar la lengua, con lo que empuja fuera a la cuchara).
- Ya tiene la capacidad de mantenerse sentado para tomar papilla.
- Ya abre la boca cuando tiene apetito y la cierra, girando la cabeza cuando está saciado.