Gran parte de los bebés nacen con los ojos de un tono azul grisáceo indistintamente del color de ojos de sus progenitores. Muchas personas creen que esto se debe a la alimentación exclusivamente con leche materna, pero sin duda, es una afirmación sin ningún fundamento, que posiblemente se ha dado debido a que el periodo de lactancia materna exclusiva suele coincidir con el tiempo que tarda en definirse el color de ojos del bebé. Sin embargo, hay que saber que el color de nuestros ojos es un rasgo que obedece a un principio genético, es decir, por herencia de nuestros padres.
La verdadera explicación para que la mayoría de los bebés nazcan con los ojos claros viene dada por el simple hecho de que las células productoras de melanina no se han desarrollado completamente, estas células son las responsables de dar el color a la piel, el pelo y los ojos. Al estar poco maduras, producen poco pigmento, pero con el paso del tiempo al ir produciendo más, veremos como el color de los ojos se irá fijando en el transcurso del primer año de vida.
– Si los dos padres tienen los ojos claros, lo más probable es que el niño los tenga así.
– Si los dos padres los tienen oscuros, lo más seguro es que se oscurezcan.
– Si uno de los dos tiene los ojos claros y el otro los ojos oscuros, es más probable que el bebé herede el color oscuro, dado que este último es un rasgo dominante.