Hoy vamos a recordar respecto al post de ayer que lo peor de cenar en casa es que si la mamá está cansada y el bebé demasiado intranquilo, no puedes echar a tus invitados de la fiesta, y puede que se alargue más de lo que te gustaría. También es verdad que el bebé encima va a ver muchas caras nuevas, y va a ir pasando de brazo en brazo, siendo el centro de atención Esto puede confundirle, y si observamos que está incómodo, podemos llevarle a su habitación para que duerma.
Realmente no hay una opción mejor que otra respecto a las cenas navideñas. Lo perfecto podría ser ir a casa de un familiar que viva cerca de nuestra casa, que el bebé ya le conozca, y así tendrá a mano cualquier cosa que se nos haya olvidado, y que en cualquier momento podamos regresar a cogerla. Si esto no fuese posible, hay familias que optan por limitar las celebraciones a las del mediodía (la comida de Navidad por ejemplo) y nada más.
En cuanto a los regalos al bebé, si está en su primera Navidad, no es recomendable hacerle muchos, ya que nunca los va a usar todos y evidentemente no van a apreciar casi nada, preferirán incluso el papel que lo envuelve. Vamos a encontrarnos con que todos los familiares van a querer hacerle un regalo, así que podemos hacer una lista como en una boda con los regalos útiles como ropa, o productos que vaya a necesitar. Pero siempre adaptándonos a su edad y necesidades.
Si vamos a regalarle o hacer que le regalen juguetes, los mejores son los que le puedan estimular los sentidos con colores o sonidos. O los que hagan que se mueva o gatee. Y por encima de todo, que cumplan la normativa de seguridad.