Amenaza de parto prematuro, por qué ocurre y cómo prevenirlo

La amenaza de parto prematuro del bebé ocurre entre la semana 21 y 37 del embarazo (antes de la semana 21 se consideraría aborto). Son varios los factores de riesgo que pueden desencadenar un parto prematuro, como por ejemplo:

– Antecedentes de parto prematuro.

– Algunas enfermedades maternas como diabetes, hipertensión, anemia, obesidad…

– Anomalías en el cuello uterino.

– Amenazas de aborto durante el embarazo o abortos previos.

– Embarazos múltiples.

– Insuficiencia placentaria.

– Incompatibilidad sanguínea de los padres.

– Rotura prematura del saco amniótico.

– Placenta previa.

¿Cuáles son los síntomas de alarma de un parto prematuro?

A partir de la semana 21, existen varios síntomas que nos indican que el parto a comenzado:

– Contracciones uterinas regulares.

– Pérdida de flujos vaginales (mucoso o sanguinolento).

– Presión abdominal en la pelvis.

Si tienes uno o varios de estos síntomas deberás acudir a urgencias para que evalúen si estás sufriendo un parto prematuro o no.

¿Se puede prevenir un parto prematuro?

Para prevenirlo basta con evitar aquellos factores que pueden conducir a él, aunque en ocasiones no hay forma de impedirlo.

– Si padeces de alguna enfermedad como diabetes o hipertensión deberás comentárselo a tu médico desde el inicio del embarazo o incluso antes para que pueda darte la medicación y cuidados necesarios durante la gestación.

– Una vez embarazada tómate las cosas con calma: duerme las horas necesarias, no cargues con peso excesivo y sigue una dieta sana.

– Acostúmbrate a beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día.

– Si tienes riesgo de parto prematuro, evita las relaciones sexuales y la estimulación en los pezones, ya que inducen contracciones en el útero.

– Por último, y no por ello menos importante, no fumes.

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