Problemas con la lactancia: hongos y mastitis

Mamas congestionadas o grietas en los pezones son algunos de los problemas con los que las recién estrenadas mamás pueden encontrarse durante el período de la lactancia. Por eso, en posts anteriores hemos ido analizando estos problemas. Pero, para «fortuna» de ellas, ahí no terminan sus problemas, porque durante la nutrición del bebé o bebés, a través de la lactancia, las mujeres también podemos sufrir mastitis u hongos.

HONGOS

Los hongos aparecen por contagio, cuando el bebé o bebés los tienen en la boca y los transmiten a los pezones maternos al mamar. Se sabe porque el pezón está rosado y húmedo y se nota un dolor agudo, como si nos clavaran agujas.

En el momento que sabemos que esto nos sucede debemos tratárlo cuánto antes, tanto nuestro problema como los del pequeño. El médico suele rectar una pomada para la piel de la madre y un gel para el bebé. Aunque son muy molestos, no influyen en la lactancia. Por lo tanto, no existe razón alguna para suspenderla.

MASTITIS

La mastitis suele ser resultado de una ingurgitación no tratada a tiempo o una infección que se ha colado por las grietas abiertas. Notaréis inflamado caliente y con mucho dolor el peco. Incluso pueden existir síntomas como fiebre, escalofríos y malestar general de la madre.

Un consejo para calmar este dolor, según expertos es ponerse calor en los pechos antes de amamantar, masajear la zona, extraer la leche, bien poniendo al bebé al pecho o con un sacaleches y aplicar frío después. Esto se debe realizar cada dos o tres horas.

Si observáis que no mejora en las próximas horas, deberéis acudir al médico.

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