Muchos dentistas para prevenir la caries recomiendan a las madres que les den a sus hijos un número de gotas de flúor, pero muchos son los padres que no ven clara esta solución, por eso analizaremos en el post de hoy si es bueno o no dar flúor a nuestros pequeños.
El flúor es un mineral esencial para los dientes, fortalece la resistencia del esmalte y disminuye la producción de ácidos de las bacterias que se encuentran en la boca, dos acciones que previenen la formación de caries.
Los alimentos presentnes en nuestra nutrición apenas contienen flúor, por eso la fuente más importante de flúor en nuestra vida diaria es el agua potable. Sin embargo, no todas las aguas tienen una cantidad suficiente y por eso desde hace años se añade flúor a las aguas pobres en este mineral para conseguir la concentración óptima que pueda prevenir la caries dental.
Durane los dos primeros años, el niño no necesita un aporte extra de flúor. A partir de esta edad, puede tomarlo si el odontólogo o el pediatra detectan que tiene un esmalte pobre o si el espeialista considera que el agua potable tiene poco flúor.
En los niños mayores, que ya saben lavarse los dientes sin tragar la pasta, se comienda usar dentífricos fluorados.
EFECTOS SECUNDARIOS
¿provoca la ingesta de flúor alguna enfermedad?
Una ingestión excesiva puede producir fluorosis, que se manifiesta con manchas u opacidades en los dientes y disminución de la densidad de los huesos, que se vuelven más frágiles.
Queda pues demostrado que no es algo excesivamente invasivo para el niño, pero sólo se le debe dar si el odontólogo o pediatra así lo considera oportuno.
Esperamos que hayamos resuelto vuestras dudas relacionadas con este tema. ¡todos los cuidados son pocos para nuestros pequeños!