Embarazo, parto y después lactancia, tres fases o períodos seguidos por los que una futura y posterior recién estrenada mamá debe pasar. Este último origina muchos problemas. En el post del día 3 de noviembre estuvimos analizando uno de los problemas típicos de la lactancia, como son las mamas congestionadas. En el post de hoy vamos a compartir otro de los problemas de la lactancia como son las grietas en los pezones.
Las grietas en los pezones son heridas o fisuras muy pequeñas que hacen muy dolorosa la toma. Suelen aparecer cuando el bebé se agarra mal al pecho.
Es entonces cuando hay que revisar la técnica de la succión y la postura (por si el cuerpo del bebé queda algo alejado del de mamá). Conviene ir probando diferentes posiciones hasta hacerse con una que logre un agarre profundo.
El niño debe abrir mucho la boca para que le entre todo el pezón y gran parte de la areola. Conviene acercarle suavemente al pezón de forma que lo sujete con la lengua y haga el vacío sin morder. Para que no aparezcan grietas, sus labios deben estar abiertos y no metidos hacia dentro.
Para liberar el pezón se puede introducir un dedo por la comisura de su labio, no es bueno apartarlo de golpe si el pequeño no ha abierto la boca.
COMO EVITARLAS Y CURARLAS
Tano para evitar como para curar, si ya se tienen las grietas, el mejor tratamiento es la propia leche materna. Después de amamantar, sirve de ayuda untar el pezón y la areola con la lece del final, ya que es más grasa, y dejar que se sequen al aire.