Lo primero que hay que hacer cuando un bebé llora porque tiene cólicos es cogerlo en brazos. Estar cerca del corazón de la madre le ayudará a calmar el llanto.
¿Qué postura debe adoptar el bebé?
Lo mejor para ayudarle con los cólicos es tener al bebé incorporado, con la cabeza elevada. También puedes colocar a tu bebé sobre el antebrazo o sobre las rodillas, pero tenerlo en el pecho de la madre, para que oiga sus latidos es lo que más le tranquilizará.
Efecto de los masajes.
Hay muchos padres que optan por masajerar la tripita del bebé bien con sus manos o bien con los muslos de este. Otros prefieren darle un masaje por todo el cuerpo con crema hidratante o aceite vegetal, pero lo que más calmará al bebé es estar en brazos de un adulto.
El calor ayuda a mitigar el dolor de los cólicos.
Si que es cierto que el calor alivia el dolor. Cubrir al bebé con una mantita o mantener cerca de él una bolsita con agua caliente le ayudará.
Cólico del lactante y fármacos.
Ningún fármaco ha resultado ser eficaz para los cólicos. Hay medicamentos, existentes todavía, que pueden llevar una cantidad pequeña de sedantes, cosa que no es buena para el bebé.
Las infusiones comerciales tampoco son una buena idea. Están contraindicadas si el bebé toma leche para no interferir con la producción de leche y para no confundir al bebé con el tipo de succión. Además contienen azúcar y eso no es bueno para el niño.
El hambre y los cólicos no tienen relación.
El bebé con cólicos no llora por hambre. Llora por el dolor que tiene y la incomodidad que eso supone para él. Por eso lo mejor es cogerlo y que sienta en contacto físico, en este caso, es muy importante que sienta a su madre. El bebé está asustado por el dolor y oír el corazón de su madre le da tranquilidad y le calma.
Algunos bebés aceptan el pecho cuando tienen cólicos y aun cuando no es su hora. El pecho no sólo brinda alimento sino también calor y consuelo.
Esperamos que os haya ayudado. Y pensad que lo más efectivo es que el bebé esté incorporado y sienta el calor de la madre. Le da tranquilidad y consuelo.