Juego para adivinar el sexo de tu bebé

No existe una manera fiable para saber el sexo de tu bebé sin recurrir a la ciencia, pero aquí te resumimos algunos de los mitos más comunes que durante muchos años las mujeres nos hemos pasado de unas a otras y que se han utilizado para esto. Estas supersticiones carecen de base científica, son sólo juegos, pero durante muchos años se han hecho pensando en que con ellos se podía adivinar el sexo del bebé.

Sin embargo, leer los mitos puede divertirte y a lo mejor no te puedes resistir a probar si aciertan o no…
Se dice que será niño si:

  • No tuviste náuseas al inicio del embarazo.
  • El latido cardíaco de tu bebé no supera los 140 latidos por minuto.
  • Todo el peso que has engordado se ha ido a la barriga.
  • Tu panza parece una pelota.
  • Tus pezones se han oscurecido notablemente.
  • Tu bebé está situado en la parte baja de tu vientre.
  • Se te antojan comidas saladas o ácidas.
  • Te dan ganas de comer proteínas, como carne y queso.
  • Tus pies están más helados que antes del embarazo.
  • Tus manos se secan mucho.
  • Tu almohada mira al norte cuando te duermes.
  • El futuro papá ha sido solidario contigo y ha aumentado de peso contigo.
  • Nunca te habías visto mas linda que ahora que estás encinta.
  • Tu orina es de un color amarillo brillante.
  • Los vellos de tus piernas crecen más rápido que nunca.
  • Tu nariz parece haberse ensanchado.
  • Si cuelgas tu anillo de casada sobre tu barriga, se mueve en círculos.
  • Sufres de dolores de cabeza.
  • Si al sumar tu edad al momento de concebir con el número del mes en que concebiste, el resultado es par.

Se dice que será niña si:

  • Sufriste de náuseas al inicio del embarazo.
  • El corazón de tu bebé late más de 140 veces por minuto.
  • Has engordado en la zona de tus caderas y trasero.
  • Tu pecho izquierdo es más grande que el derecho.
  • Tu pelo tiende a tomar visos rojizos.
  • Tu barriga y tu bebé dentro de ella parecen estar en una posición alta.
  • Tu panza parece una sandía.
  • Tienes antojos de dulces.
  • Tienes ganas de comer frutas.
  • Se te antoja el jugo de naranja.
  • No te ves tan linda como antes del embarazo.
  • Te han salido más granos en la cara que de costumbre.
  • Tus estados de ánimo están más fluctuantes e inestables que antes de embarazarte.
  • Te rehúsas a comerte el extremo del pan blanco de molde o miga.
  • Tus pechos realmente han crecido.
  • Tu almohada mira al norte cuando te duermes.
  • Tu orina se ha vuelto de color amarillo opaco.
  • Si cuelgas tu argolla de matrimonio sobre tu barriga, se mueve lado a lado.
  • Si al sumar tu edad al momento de concebir con el número del mes en que concebiste, el resultado es impar.

 

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