Pasada la cuesta de enero, y para finales de febrero y principios de marzo, ya comenzamos a sentir el gusanillo de los viajes y las escapadas para disfrutar del buen tiempo. Aunque como todavía no tenemos vacaciones, las escapadas deben ser cortas y el medio de transporte más rápido para viajar es, sin duda, el avión. Pero muchos padres se preguntan si existen riesgos de viajar con un bebé.
Según expertos, no existe ningún problema ni obstáculo a la hora de viajar con bebés en avión siempre que el pequeño esté sano y no tenga ninguna contraindicación médica para viajar. Si es cierto que los expertos no recomiendan que viajen lactantes menores de dos meses ya que sus pulmones no están lo suficientemente desarrollados.
El pequeño experimentará los dos problemas principales que existen a la hora de viajar en avión y son los cambios bruscos de la presión atmosférica y el jetlag. En cuanto al primero, lo ideal es que el pequeño viaje sin estar acatarrado ya que con la nariz osbtruída el dolor de oído que se experimenta con el cambio de presión aumenta notablemente.
En cuanto al segundo, el jetlag, que se trata de las alteraciones a las que sometes al organimso por los cambios de horarios, puede dar lugar a cefaleas, intranquilidad, y trastornos del sueño. Para evitar estos trastornos podéis darle la comida unos días antes de viajar algo antes de lo que lo haces habitualmente, si viajas al este y retrasandolos si viajas al oeste.
Podéis preguntar a la compañía aérea si dispone de una cama desplegable en la que el niño pueda dormir más cómodo que en asiento. Como véis, viajar en avión no supone ningún contratiempo en la salud del pequeño.