En el post de hoy vamos a aportar cierta información, consideramos que se trata de una información necesaria y relevante, sobre todo para la madre, del factor Rh, una proteína que puede tener la madre durante el embarazo y ver cómo eso puede transmitirse, tratarse y si afecta al bebé o bebés.
El factor Rh es un antígeno o proteína que puede encontrarse en la cubierta de los glóbulos rojos. Si está presente, la persona es factor Rh+ y si no lo está es Rh-.
Igual que ocurre con el grupo sanguíneo, el Rh está compuesto por un par de alelos (genes): uno heredado del padre y otro de la madre. Cuando la madre es Rh- y el padre Rh+, el bebé puede ser Rh+ pero también Rh-. Esto se debe a que una persona Rh+ puede ser (+/+) o (+/-). La madre Rh- (-/-) solamente puede pasar un alelo negativo a su hijo, pero un padre Rh+ puede pasar un alelo + o un alelo -. La pareja puede tener, por tanto, hijos del tipo Rh+ (- de la madre y + del padre) o Rh- (- de la mdre y – del padre).
Cuando la futura madre es Rh- y el padre Rh+, la embarazada puede crear anticuerpos contra el Rh+ en el caso de que las células fetales entren en su torrente sanguíneo, por ejemplo, durante el embarazo y parto, cuando la placenta se desprende.
En el primer embarazo, el peligro para el bebé es mínimo, ha que normalmente la madre crea los anticuerpos después del parto. Pero el antígeno también pueden entrar en la sangre materna tras una amniocentesis, un aborto (en ocasiones, cuando el embarazo es muy incipiente, la mujer no es consciente de su pérdida) o una transfusión. Por todo ello, durante el embarazo y el parto se toman medidas para prevenir los riesgos.
Alrededor de la 8-9ª semana de gestación se hace un análisis específico para comprobar que la mujer no tiene anticuerpos. A partir del quinto mes de embarazo, la prueba se repite mensualmente. En la semana 28ª se pone a la embarazada una inyección de gammaglobulina para prevenir la fabricación de anticuerpos.