Intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa es una enfermedad que se manifiesta cuando el cuerpo no es capaz de producir la cantidad adecuada de la enzima llamada lactasa. Cuando la lactasa es insuficiente, producida en el intestino delgado y que utiliza el organismo para asimilar la lactosa, el organismo no puede asimilarla y esta pasa al intestino gordo directamente sin ser digerida. Así pues, cuando llega al colon es fermentada por las bacterias que habitan allí produciendo heces ácidas y líquidas.

El déficit de lactasa en el organismo puede deberse a multitud de factores como herencia, trastornos intestinales, etc. Y las madres se preguntarán:

¿Cómo afecta al bebé la intolerancia a la lactosa?

Afectará principalmente al bebé durante el primer año de vida ya que es le período de su vida en el que se alimenta principalmente de leche. La incapacidad de asimilar la lactosa afectará al bebé directamente en su alimentación y puede ocasionar problemas en su desarrollo habitual. Un bebé que no tolere la lactosa estará obligado a mantener durante toda su vida una dieta especial.

Los principales síntomas

Dependen de la edad del enfermo y al nivel de dicha intolerancia. Los principales síntomas son: gases abdominales y flatulencias, diarreas ácidas, heces flotantes, defecación explosiva, vómitos, enrojecimiento perianal, naúseas, hinchazón y distensión abdominal.

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