A partir de la 20ª semana de embarazo, los genitales del feto están completamente formados y en una ecografía pueden distinguirse con claridad, a veces incluso antes. De este modo los padres pueden saber el sexo del bebé que están esperando.
¿Qué vemos en la ecografía?
Si es un niño se pueden apreciar las bolas escrotales, donde se ubican los testículos, y el pene.
Si es una niña se determina por la ausencia de órganos masculinos y, en ocasiones, pueden verse hasta los labios menores.
A veces no se ve con claridad…
En un porcentaje de casos, el sexo no se puede ver con claridad por diversos motivos: colocación del feto, obesidad de la madre, escasez de líquido amniótico, etc. Si existen dudas y no se ve con claridad, el especialista prefiere no decir nada para que no haya error.
Existen también, además de la ecografía, otras pruebas para saber el sexo del bebé y son:
La ecografía suele ser muy fiable. Sólo tiene un margen de error del 5 por ciento, y casi siempre debido a que el feto no se deja ver bien.
La amniocentesis, lo determina con toda seguridad. Pero ojo, es una PRUEBA MUY INVASIVA, que sólo está indicada cuando existe riesgo de que el bebé tenga alteraciones cromosómicas.
Al realizar un estudio completo de sus cromosomas para detectar posibles anomalías, se descubren los que determinan el sexo del bebé, pero la prueba nunca se realiza con este único objetivo, ni mucho menos para satisfacer la curiosidad de los padres.
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