Si hay una frase que defina el comportamiento de los niños a los 6 meses esa sería: ¡ A darse la vuelta!. Los músculos del cuello y de los brazos del bebé, que ya son más fuertes, le permiten poder darse la vuelta de un lado cuando está acostado. Esta actividad podría convertirse durante un tiempo como su forma principal de transporte terrestre. También podría pasar a sentarse directamente, arrojarse hacia adelante y gatear. Por todo eso la madre debe estar muy atenta y poner siempre su mano en su tripita mientras le cambia el pañal, para que no se dé la vuelta ni tampoco dejarlo sólo en una cama o superficie elevada.
Es una edad en la que los bebés se vuelven también más sociables. Suelen volverse amigables con cualquier persona y responder con una sonrisa a gestos y palabras de personas extrañas para él. También aprenden que sus diversas formas de comportarse, tanto las buenas como las malas, llaman la atención de la madre.
El bebé está empezando a ampliar su repertorio de cosas con las que atrae la atención de las personas. Por eso es probable que emita sonidos, pedorretas, llanto, etc para llamar la atención de los adultos. Durante los próximos tres meses desarrollará una forma muy personal de comunicar lo que piensa, quiere y necesita.
Por todo ello, es evidente que el bebé se vuelve mucho más activo y por eso debe llevar ropa más cómoda y holgada, para que tenga mayor facilidad de movimientos. Evita siempre ropa con cordones, botones o lazos ya que son peligrosos en caso de asfixia.
Sus caquitas también cambiarán de color y de olor desde el mismo momento que comienze a comer pequeñas cantidades de alimentos sólidos.
Esto son unas pautas que todos los bebés desarrollarán, pero no hay que olvidar que cada bebé es un ser individual y evolucionará a un ritmo y manera determinados. Los bebés prematuros necesitan siempre un poco más de tiempo para llegar a ciertas etapas de desarrollo.
Ante cualquier duda consulte con su pediatra.