Hay muchísimas familias que tienen un perro en casa y que ante la llegada de un bebé no saben como preparar a su mascota. Ante todo no hay que olvidar que el perro es uno más de la familia y merece que se le respete y se le cuide como a cualquier otro miembro.
Hay que entender que en la mente del animal la familia es un clan en el cual su dueño es el líder de la manada y para él hay una serie de escalafones en los cuales cualquier miembro nuevo estaría por debajo de él. Ver que el líder de la manada y los demás integrantes de su clan prestan más atención al bebé que a él, lo podría interpretar como una amenaza hasta que se acostumbre a él, por eso no hay que olvidarse del animal y presentarle cuanto antes al nuevo miembro para que no tenga celos.
Criar a un bebé junto a un perro está lleno de ventajas, sobre todo en la sociabilización del niño ya que les estimula a jugar juntos.
Ante la llegada del bebé puedes tomar una serie de medidas para facilitar su adaptación con el perro. Cuando llevéis al pequeño por primera vez a casa, es recomendable que lo lleve otro miembro de la familia que no sea la madre para que esta pueda acariciar al perro y demostrarle cariño, ya que los últimos días probablemente haya estado algo olvidado por parte de esta debido a la cercanía del parto.
Después se puede acercar un poco el bebé al perro y presentárselo como si fuera una persona más. Antes de llevar al bebé a la casa se le puede dejar al animal alguna prenda con el olor del recién nacido para que se vaya acostumbrando.
Nunca hay que dejar sólo al bebé y al perro por muy tranquilo que sea el animal, procurar que el niño no acerque su cara a la del perro ni le tire del rabo, y respetar al perro cuando duerme y cuando come que también disponga de su espacio. También se debe permitir que el perro se acostumbre a los muebles nuevos de la habitación del bebé, que la huela y después se le enseña a que ahí no debe entrar.
Las primeras semanas es recomendable acariciar al perro cuando el bebé esté delante y si hay que reñirle procurar no hacerlo delante del bebé para que el perro relacione al niño sólo con cosas positivas. Una mascota no tienen porque ser un problema si no todo lo contrario, una relación beneficiosa para toda la familia.